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domingo, 18 de enero de 2015

Peticiones salvambientales para los reyes magos | Diario1

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PETICIONES SALVAMBIENTALES PARA LOS REYES MAGOS, 2015



San Salvador 1 de enero de 2015
“Tu tienes nuestros hogares queridos,
fértiles campiñas, ríos majestuosos….
(Oración a la bandera salvadoreña)
Estimados Reyes Magos, es un gusto saludarlos este primer día del año 2015, desearles éxitos en su enorme trabajo, e iniciar este nuevo período de 365 días, reiterando algunos de los deseos que quizás olvidaron el año pasado, y añadiendo a mi lista algunas nuevas solicitudes. Por favor, en ningún momento se tome esta carta como un reclamo de lo pendiente del 2014, yo comprendo muy bien, todas las peticiones que habrán que tramitar, de todo el mundo. Sirva entonces este texto, para que me incluyan y no me dejen olvidada, que recuerden que soy una pequeña fracción de tierra o territorio, a quien el mundo y mis habitantes llaman El Salvador.
1. Les cuento que, pese a que en el 2012 me concedieron el deseo de aprobar la Ley de Ordenamiento y Desarrollo Territorial (LOYDT), la misma no cuenta aún con ninguno de los potenciales reglamentos que podrían habilitarse de ésta. Dicen que hacerla operativa es una acción política muy cara, de hecho no todos los gobiernos municipales están queriendo ordenar el territorio en Planes de Ordenamiento Territorial, o adecuar los que ya tienen, de tal forma que sigo acá a expensas de lo que “bomberilmente” decidan hacer conmigo, así sea ubicar una gasolinera a la par de un colegio; un cañal de esos que queman todos los años, a la par de un área natural protegida…
2. Pese a la presión que mis recursos hídricos tienen, sigo esperando que los Padres de la Patria aprueben la Ley General de Aguas, la cual trae aparejada un nueva institucionalidad que tengo miedo que suceda lo mismo que la LOYDT. Ojalá que quienes ejercen la gobernabilidad de este territorio puedan visualizar la posibilidad de unir las instituciones de ambas leyes, para que no haya duplicación de recursos, ya que hay muchas competencias que bien podrían ser armonizadas… de quererse hacer.
Esta petición para mí es muy importante, porque de esos “ríos majestuosos”, de los cuales se escribieron por el 1924, hoy solo “miaditos de gato” van quedando, muchas de esas “fértiles campiñas”, que en algún momento se poetizó, hoy enfrentan fuertes problemas de desertificación y sequía, precisamente porque no se ha cuidado ni mi suelo, ni mi agua.
3. Les cuento que, después de mucho esfuerzo de diversos actores, en el 2014 se aprobó la reforma constitucional de reconocimiento de los pueblos indígenas, ¡un gran logro!, pero todavía hay mucho camino que recorrer, entre ellos el de definir jurídicamente quiénes son o qué deberá entenderse como cosmovisión indígena. De tal forma que todos los derechos asociados a dicho reconocimiento todavía no están claramente definidos, por ejemplo cómo proteger y valorar el conocimiento tradicional de los pueblos indígenas sobre la biodiversidad; cómo hacer la consulta pública de actividades, obras o proyectos que afectaran territorios ocupados por poblaciones indígenas… cómo debe entenderse acá en El Salvador, el concepto de “territorio ocupado por pueblos indígenas”, si existe una diferencia jurídica entre el concepto de poblaciones originarias y pueblos indígenas, solo para mencionar algunos. Por ellos les pido que a mis gobernantes, no se les vaya a olvidar que este tema no ha sido acabado y que me afecta y es necesario que se le siga dando taller.
Cuando hablo de este tema me entra una gran tristeza, porque no sé si pensar que quienes ejercen el poder o sus asesores, tienen una “vista gorda” intencionada o es la negligencia de quien piensa todavía “feudalmente” y ve en las entidades de servicio islas que no se integran y en consecuencia no son funcionales: resulta que la reforma constitucional dice “pueblos indígenas”, pero en la propuesta de Ley de Cultura y en la Política de Cultura, el concepto es “poblaciones ancestrales u originarias”, yo sé que ustedes van a decir que al final es lo mismo los dos conceptos, pero es que deberían de venir hablar con los abogados de El Salvador, y van a ver que al final si no se deja claro, no va a ser lo mismo.
4. Fíjense que aprobaron el segundo paquete de FOMILENIO II, mucha gente se alegró; a mí se me subió la presión, sobre todo porque como estoy bien deshidratada por el mismo problema de los “miados de gato”, ya se imaginarán lo que esto significa. Yo les pido que me ayuden a sensibilizar a los funcionarios y expertos que entraran a trabajar en este proyecto, que no se les olvide que el corredor costero marino abarca casi 5 sitios de los que me han declarado RAMSAR, que este territorio es muy frágil y que para poder intervenir los territorios con sus proyectos, deben tomar en cuenta los ordenamientos territoriales, la gestión del territorio… la gestión hídrica.
Por favor ayúdenme a ablandar el corazón de mis políticos, que no me vean como recurso solamente, sino como una “otra” que siente y percibe. Hay un político que me gusta mucho como candidato a una comuna importante de mi territorio, pero que hace algunos meses cuando dirigía una municipalidad verde y hermosa, pese a lo chiquita que es, su Concejo modificó el Plan de Ordenamiento Territorial, y cambió zonas declaradas anteriormente como de Recarga Hídrica a potenciales zonas de expansión urbana; zonas agro-silvo-pastoriles a zonas eco-turísticas… ¿será que él aún no ha reparado en mi presencia?
5. Yo sé que esta lista me está saliendo demasiado larga, pero quisiera pedir un último deseo: EL CAMBIO CULTURAL de mis habitantes. No saben cuánto lloro cuando veo los promontorios de basura, proveniente de la indiscriminada actividad consumista de esta linda gente que vive en mi suelo. El salvadoreño es increíblemente productivo, pero la tecnología y los medios de comunicación los han condicionado a sentir felicidad solo con el consumo, comprando, comiendo “chucherías”, comida chatarra, que al final dejan una gran cantidad de desecho, se olvidan que hay otras formas de compartir, ir a sitios naturales como los parques y áreas protegidas de mi territorio. Dicen que el IPSFA tiene unos terrenos que ha mantenido bien verdecitos, que por cierto está en el Gran San Salvador, zona que necesita de espacios libres, espacios públicos, donde mi gente vea que es bonito y agradable pasar un rato conmigo, pero me han contado que los dirigentes de esa institución están vendiendo las propiedades para hacerlas urbanas.
Bueno queridos Reyes, yo acá me quedo, porque si no capaz no entrego la carta para este año, y me toca enviarla para el 2016. En espera que se cumplan sino todos, algunos de mis deseos.
La tierra salvadoreña